Thirsty Suitors: Una pesadilla para los anti-woke.

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Sé que esta reseña va a darme un poquito de lata, porque Thirsty Suitors no es un juego fácil de reseñar. Tiene algunas cosas que me encantan pero también tiene sus problemas y sobre todo hay mucho potencial que no logra pulirse en el juego.

Además, toca tantísimas fibras sensibles que uno o dos cabr*nes lo deben haber descargado en el GamePass por su apariencia, solamente para infartarse y hacer un berrinche en Twitter después de haberlo jugado como unos 10 minutos.

Y voy a poner aquí una muy seria advertencia: Si eres de los que se enojó por el lenguaje inclusivo de Spiderman 2, o si eres uno de esos mi*rdecillas edgys, homofóbicos, anti-feministas, anti-wokes, anti-progres y lo que se te ocurra; hazme un favor y hazte un favor a ti mismo y salte de esta reseña, pero ya.

Okay, ¿te quedaste? Felicidades. No te quiero ver llorando luego.

El juego odioso que yo amé.

Thirsty Suitors, es un juego indie desarrollado por Annapurna Interactive, la compañía popular por algunos lanzamientos, como Kentucky Route Zero, Outer Wilds o el viral Stray, el juego del gatito que vive en un mundo distópico y cyberpunk.

Este es Chandana.

Su dirección estuvo a cargo de Chandana Ekanayake, el co-fundador de Outerloop Games. Una compañía cuyo interés principal, es crear juegos para las minorías y personas no representados en los videojuegos. Es decir, inmigrantes, miembros de la comunidad LGBT+, mujeres, jóvenes y demás.

No me gusta, ponerme político en cuanto a los videojuegos se refiere pero este juego es ALTAMENTE político. ( Aquí es donde te dejo tu segunda advertencia, si no eres progre y le seguiste leyendo, te callas y te aguantas por fa. )

En Thirsty Suitors, tomas el papel de Jala, una joven bisexual américo-india de padres inmigrantes, que regresa a su pueblo natal para confrontar a su familia, a su hermana y sus ex’s (Un poco como Scott Pilgrim ahí). La acompañaremos desde el inicio de su viaje de vuelta, donde nos enteraremos que a sus 21 años, se escapó con su novia, la hija del alcalde, una niña rica y se convirtió en la oveja negra de todo el poblado.

Habiendo madurado, comprendió que abandonar a su familia para intentar “vivir su vida” no fue su mejor decisión y ahora intentará regresar para recuperar sus vínculos. Aprendiendo a pedir perdón y a hacerse responsable de sus errores mientras reconecta con sus ex-parejas para finalmente cerrar ciclos con ellos.

En medio, te encontrarás con una loquísima aventura, muy peculiar, divertida y bastante intrincada, que incluirá minijuegos de preparación de alimentos, desafíos de skate y una historia contada en conversaciones que no solamente son interesantes sino muy reales.

Estoy seguro de que mucha gente no le daría una oportunidad a este juego. Jala, la protagonista es una chica complicada. Conectar con su personaje puede resultar difícil para algunas personas.

Para mí, fue fácil. Pues la experiencia de Jala no es muy lejana a la mía. Igual que ella, yo no soy el héroe convencional de las películas de acción, los cómics o los mismos videojuegos. No soy ni americano, ni mucho menos caucásico. Además también formo parte de la comunidad LGBT+ y crecí con una familia estrictamente tradicional, en un pequeño pueblo lleno de rumores del que escapé apenas tuve la oportunidad.

La única diferencia entre Jala y yo, es nuestro género. Y no me cuesta nada de trabajo ponerme en sus zapatos. Las mujeres protagonistas me encantan y habiendo crecido rodeado de mujeres importantísimas y visto su lucha de primera mano, amé a la protagonista.

Jala es imperfecta y está aprendiendo, tiene una edad cercana a la mía y apenas va descubriendo el valor de sus relaciones y a hacerse responsable de sus errores. Igual que yo. El juego me golpeó personalmente en tantos niveles, que me hice de la vista gorda en primera instancia a algunos de sus problemas.

El juego, no es progre, solo es real. Habla de personas reales que necesitan representación y además nos enseña algunas cosas acerca de los valores familiares, el perdón y la responsabilidad que viene con la adultez.

Toca temas como el machismo, la homofobia, la familia, la transexualidad, el feminismo, lo políticamente correcto y lo políticamente incorrecto, la vida de los inmigrantes y las minorías, hasta los daddy issues, el bullying y la responsabilidad afectiva.

Este tipo de juegos, los hacen para personas como yo. Que se identifican y despiertan algunas emociones a través del control. Yo lo disfruté a un nivel personal. Así que la importancia de la presencia de estos juegos, la viví de primera mano.

El juego es una maldita locura además, no hay una sola cosa normal acerca de éste. Lo único popular con lo que lo puedo comparar es con No More Heroes. Su estética es bastante atípica, casi fea o anti-estética. Diseños coloridos, que no se enfoca en las gráficas realistas, ni en lo que es fácil a los ojos. Por momentos se siente como arte-pop y es abstracto a montones.

Hay cosas que no pasan literalmente en el juego, todo se trata de perspectiva, pues la protagonista es una chica fuera de lo ordinario que tiene una visión de la vida fuera de lo ordinaria. Por eso ella hace todo diferente. Patina diferente, cocina diferente, habla diferente y soluciona sus problemas diferente.

Pero al final un juego es un juego…

Y no pienso pasar por alto lo que Thirsty Suitors hace mal. Así que, bueno, ciego tampoco estoy y estúpido no soy, el juego puede tener un valor altísimo en lo narrativo, pero si nos vamos a su jugabilidad, bueno, es bastante regulero.

Lo definiría como un juego de aventuras, aunque toma partecitas de otros géneros. Hay tintes de RPG en combate por turnos, un simulador de cocina y conversación, un juego de citas y hasta parece Tony Hawk.

El combate por turnos es sencillo, tienes varios medidores. Uno de vida y uno de acción, los puntos de acción te servirán para realizar ataques especiales, los cuales tendrán tres enfoques distintos, los cuales se desarrollarán conforme avances en la historia. Pues Jala puede jugar uno de tres roles: rompecorazones, bohemia y estrella. Ese es el aspecto RPG.

Cada especificación hará que ciertos ataques y efectos dañen más a tus oponentes. Puedes aplicarles desesperación y ponerlos cachondos si eres irresistible y una estrella, para luego rechazarlos y que queden obsesionados contigo.

Pero también puedes ser cruel y fría con ellos, actuando como toda una rompecorazones, inflingiéndoles tristeza y luego dañándoles verbalmente.

Sé que esto suena estúpido y lo es, un poquito, pero cuando lo pones en el contexto del juego, es graciosísimo y conecta apropiadamente. Yo me reía cada que descubría un poder nuevo.

PEEEEERO, como sistema de batalla se queda corto. Tres especificaciones y como 8 efectos no son suficientes. Efectivos pues si, porque no es el enfoque principal del juego. El enfoque principal es la historia, la resolución de conflictos y las conversaciones que tienes entre las batallas, pero pues si estás ahí no por la historia sino por la jugabilidad, a decir verdad: No hay mucha.

Los minijuegos de cocina son entretenidos, pero rápidamente se tornan tediosos y repetitivos. Una vez más, lo interesante es conversar con tus padres mientras cocinas, descubres cosas adicionales al juego que podrías ignorar si no subes tu nivel de cocinera. Yo adoré las conversaciones pero a decir verdad odié los minijuegos.

Y en general odie una enorme parte del sistema del juego. ¿Por qué? Bueno.

QUICK TIME EVENTS

Si no sabes que son los Quick Time Events (Para más corto QTEs), son esas partes donde el juego te dice que botones apretar en la pantalla y tu los picas. Como en God of War o sus imitaciones o como en todos los juegos de Telltale Games. A mi, me chocan los QTEs. Me parecen la forma más básica de entretenimiento en los videojuegos y la más barata.

En este juego hay una cantidad infernal de QTEs. Para hacer todo, son QTEs. ¿Quieres cocinar? QTE, ¿quieres patinar? QTE. ¿Quieres pelear? QTE, ¿quieres saludar a un perro? QTE.

Me quería tirar de un puente cuando acabó la primera hora y entendí que ya no habría más que hacer. Ya me había memorizado todos los QTEs porque aparte ni siquiera varían, siempre se repiten y al poco tiempo te encuentras repitiendo y repitiendo procesos. El mismo juego te hace inmune a los QTEs.

El último sistema del juego para criticar es el de patinaje abierto y ese es . . .

Bastante sólido.

Como el fan del Tony Hawk que soy, me gustó bastante. Ni de cerca es tan complicado o completo como en el Tony Hawk pero al menos entretenido si que está. No hay mucha variedad en los trucos. Hay como 4 de piso, 4 manuales, 4 flips, 4 grinds, y de ahí no pasa, pero tampoco te aburre rápido. Sobre todo porque el sistema de puntaje es exagerado y estresante, el combo se pierde no por tocar el piso sino por perder la variedad.

Pero para hacer valer tus combos, resulta que siempre tienes que terminarlos con un MALD*TO QUICK TIME EVENT. Yyyyy aún así es el mejor aspecto del juego. Se nota que es al que más tiempo le dedicaron porque está significativamente mejor trabajado, diseñado y claramente más divertido.

¿Ahora como termino esta reseña?

Thirsty Suitors es un juego difícil de reseñar. Ignórenme si quieren, porque la verdad es que no puedo ser justo al calificarlo. Para empezar, ya tengo una fibra sensible con los juegos enfocados en la narrativa y el desarrollo de sus personajes. Pero además me identifico fuertemente con la protagonista y como yo, hay muchas personas así.

El juego tiene corazón, pues su meta es representar a los que casi no tienen representación. Y yo, como latino no caucásico, LGBT+, tatuado y obeso, claramente entiendo lo que se siente formar parte de una minoría. Pero quizá tu no. Quizá tu eres un giga-chad colonizador machista edgy y probablemente pienses que el juego no es tan bueno, porque lejos de su aspecto narrativo… ¿Qué le queda?

El Rubensan progre, quiere que la reseña se termine ahí. Pero el Rubensan gamer, oh no. El Rubensan gamer quiere terminar de criticar esta madre.

Pese a que el juego tiene su encanto y cumple a nivel narrativo con sus diálogos y sus personajes, no sé que tan sostenible sea para que lo juegues por horas. Su diseño de niveles es escaso, sus batallas son predecibles y repetitivas y la parte más entretenida que es el patinaje queda en segundo plano porque literalmente de ser misión secundaria no pasa al menos en las primeras 6 horas.

El gaming es otra de esas plataformas que se pueden usar para contar experiencias, dar representación y ser progre. Pero al final los videojuegos tienen que ser entretenimiento bien aterrizado y siendo un mercado tan amplio puedo nombrar mil casos mejores y más interesantes.

Y yo entiendo, que al ser indie tiene sus limitaciones y criticarlo con los estándares de un juego triple AAA me parece ridículo, así que no pienso compararlo con Final Fantasy VII pero podría compararlo con, no sé, Undertale, Darkest Dungeon, Sea of Stars o hasta Fear and Hunger. Todos con menos gente trabajando en ellos.

Su mensaje puede ser valiosísimo. Indispensable, socialmente, claro. Pero, un juego es un juego. Lo importante es jugar y si de jugar hablamos pues… al chile si se queda significativamente corto.

Comprendo su importancia, porque me tocó directamente. No estoy diciendo que los juegos no puedan ser políticos. Hay juegos con discursos políticos muy importantes que además se juegan impecablemente.

Este juego es muy político y su mensaje es muy necesario ¿eso lo hace bueno y justifica que su gameplay sea regulero? El objetivo de un videojuego al final de cuenta siempre es jugar y divertirte. Y sin los diálogos, sus personajes y su encanto, el núcleo de Thirsty Suitors como lo que es ( un videojuego ) es bastante. . . “meh”

Así que, ¿Ahora cómo termino esta reseña? ¿Aquí nomas?

Ok pues.


El Rubensan

Vago por profesión, reseñista por afición, jugando desde que nací y desde entonces soy pésimo. Me encanta escribir sobre videojuegos y sobre todo lo que me hace un teto.
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